El
gobierno de Juan Ruiz de Apodaca, virrey de la Nueva España, no pudo
detener el proceso independentista que puso fin a la larga dominación
española sobre México.Ruiz de Apodaca nació en Cádiz, España, el 3 de
febrero de 1754. Participó en las guerras contra Francia de 1794 a 1795 y
en la de la independencia en 1808. En 1811 volvió a Cádiz y al año
siguiente fue nombrado gobernador y capitán general de Cuba. Su gobierno
fue muy beneficioso, pues supo mantener la isla en paz y fomentó el
desarrollo económico que se basó especialmente en el cultivo de la caña
de azúcar. En 1816 fue enviado como virrey a la Nueva España para tratar
de terminar con la agitación política que dominaba el país. Ruiz de
Apodaca consiguió aplastar el movimiento insurgente encabezado por
Javier Mina, Depuesto después de producirse el pronunciamiento de
Agustín de Iturbide en Iguala, Ruiz de Apodaca se embarcó para España,
donde ejerció el cargo de virrey de Navarra en 1824 y el de capitán de
la armada en 1830. Murió en Madrid el 11 de enero de 1835.
PEDRO DE ALVARADO.
.Pedro
de Alvarado nació en Badajoz hacia el año 1485. En 1510 viajó a América
donde, a partir de 1519, actuó como lugarteniente de Hernán Cortés en
la conquista de México. Cuatro años después, Alvarado partió al frente
de una expedición para conquistar Guatemala, misión que, ante la
resistencia de los caciques del país, resultó dura y sangrienta. En
1524, una vez pacificada la región, fundó la ciudad de Santiago de los
Caballeros, que se convertiría en un importante núcleo de colonización
en América central. En 1537 viajó de nuevo a España, donde se le
confirmó la gobernación de Guatemala por siete años, y se le otorgó la
gobernación de Honduras y una capitulación para explorar las costas
occidentales de Nueva España y las islas de las Especias. En 1541,
cuando se encontraba en Nueva Galicia (México), fue gravemente herido en
el curso de un combate contra los indios. Pocos días después murió en
Guadalajara.
JUAN ÁLVAREZ.
La
independencia de México y la defensa de los principios liberales fueron
la causa a la que dedicó su vida Juan Álvarez. En sus últimos años, el
viejo político quiso dar un ejemplo de patriotismo a sus múltiples
seguidores empuñando las armas contra el emperador Maximiliano y el
ejército francés. Juan Álvarez nació en Concepción de Atoyac, la
posterior Ciudad Álvarez, México, en 1790. Terrateniente de origen
mestizo, en 1811 se unió a José María Morelos en la insurrección contra
el dominio español. En 1821 conquistó la ciudad de Acapulco y en los
años siguientes se declaró partidario de la república federal y
participó en la rebelión de Antonio López de Santa Anna contra Agustín
de Iturbide.Después de luchar en la guerra contra los Estados Unidos, en
1849 fue elegido gobernador del estado de Guerrero, donde su gobierno
liberal se opuso a la política dictatorial de Santa Anna.Junto con
Ignacio Comonfort, Álvarez proclamó en 1854 el Plan de Ayutla, que
fructificó un año después con el pronunciamiento de la guarnición de la
capital y el derrocamiento del gobierno. A continuación fue elegido
presidente de la república, pero poco después, en 1856, renunció a su
mandato en favor de Comonfort, pues se sentía incapaz de dar al pueblo
mexicano el férreo gobierno que exigían las circunstancias. Álvarez
escribió, junto con Comonfort, una obra teórica titulada La reforma,
cuyas ideas liberales se reflejaron en la constitución de 1857.Juan
Álvarez murió en Acapulco el 21 de agosto de 1867.
MARIANO ABASOLO.
(h.
1783-1816). Militar mexicano. Se sublevó junto a Miguel Hidalgo contra
el gobierno colonial español y se distinguió en la batalla de las
Cruces. Prisionero de los realistas en Acatita de Baján, Coahuila, fue
enviado a España y murió en el castillo gaditano de Santa Catalina.
JERÓNIMO DE AGUILAR.
(1489-h.
1531.) Clérigo menor español. Desembarcó en Yucatán con Juan de
Valdivia y fue hecho prisionero por los mayas. Colaboró con Hernán
Cortés, como intérprete y soldado, en la conquista de la Nueva España.
IGNACIO ALLENDE.
Ignacio
María de Allende vio la primera luz el 21 de enero de 1779 en San
Miguel el Grande, Guanajuato (posteriormente llamado San Miguel de
Allende en su honor). Hizo sus estudios en el Colegio de San Francisco
de Sales en su ciudad natal y, a los 27 años, fue nombrado capitán del
Regimiento de Caballería de la Reina. Formó parte de la fallida
conspiración de Valladolid de 1809 y más tarde, al planear un
levantamiento en diciembre de 1810, obtuvo la colaboración del cura
Miguel Hidalgo. La conspiración, sin embargo, fue denunciada, e Hidalgo
decidió iniciar la rebelión en la madrugada del 16 de septiembre.
Allende
fungió como lugarteniente de Hidalgo en lo político y lo militar;
organizó las tropas insurgentes y obtuvo una serie de victorias que
culminaron con la batalla del monte de las Cruces. Inflamado por el
éxito pretendió atacar la ciudad de México, pero Hidalgo lo obligó a
replegarse hacia Aculco. Fue derrotado ahí y en Guanajuato. Tras la
destitución del religioso como jefe militar, se puso al frente de la
rebelión con José María Michelena. No obstante, pronto se vio obligado a
huir hacia los Estados Unidos. Capturado en Acatita de Baján, Coahuila,
Allende murió ejecutado en Chihuahua el 26 de junio de 1811.
Decapitado, su cabeza se exhibió durante diez años en la alhóndiga de
Granaditas en Guanajuato.
IGNACIO MANUEL ALTAMIRANO.
Con
obras literarias que presagiaban el paso del romanticismo al realismo, y
una decidida actividad política, Ignacio Manuel Altamirano se convirtió
en uno de los personajes clave del liberalismo mexicano en el siglo
XIX.Altamirano nació en Tixtla, Guerrero, el 13 de noviembre de 1834.
Perteneciente a una familia india, a los catorce años ignoraba aún el
castellano, y sólo una beca le permitió ir a estudiar a Toluca, llegando
gracias a su esfuerzo personal a graduarse en leyes. De ideas liberales
en política, participó en la lucha contra el emperador Maximiliano, que
era apoyado por Francia, y en 1867 fundó El Correo de México.Tras la
instauración de la república, Altamirano continuó desarrollando una
intensa actividad intelectual y política, ejerciendo funciones tan
diversas como catedrático, diputado y magistrado de la Suprema Corte.
Por lo que respecta a sus concepciones estéticas, defendió desde las
páginas de la revista El Renacimiento la necesidad de crear una
literatura nacional centrada en los problemas inmediatos de México,
literatura que él mismo cultivó en Cuentos de invierno (1869) y en las
novelas La Navidad en las montañas (1870) y la extraordinaria El Zarco,
concluida hacia 1888 pero publicada póstumamente. En esta obra, de
manera más acusada que en las anteriores, Altamirano trascendió los
planteamientos románticos gracias a la fuerza expresiva de su lenguaje, y
realizó un lúcido análisis del bandidaje, mostrando sus causas, tales
como la discriminación racial y el injusto reparto agrario,
peronegándose por otro lado a la fácil Fue dirigente de los
conservadores mexicanos y defensor de un gobierno fuerte y centralizado.
PONCIANO ARRIAGA.
(1811-1863).
Político y legislador mexicano. Representante en el congreso
constituyente de 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, ejerció
la presidencia de la junta preparatoria y la cámara y participó en la
redacción de la constitución liberal del 5 de febrero de 1857.
NICOLÁS BRAVO.
Nacido
en Chilpancingo, en lo que sería el estado de Guerrero, hacia el año
1786, Nicolás Bravo participó en las luchas independentistas desde 1811,
al lado de José María Morelos y, al mando de las tropas de la provincia
de Veracruz, venció a los realistas en la batalla de El Palmar, en
1812. Cinco años después, Bravo fue capturado por los españoles, que lo
liberaron en 1820. Dos años más tarde, una vez pacificado México, el
congreso constituyente lo nombró consejero de estado, quedando el país
en sus manos hasta que Agustín de Iturbide se hizo proclamar emperador.
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS.
Nacido
probablemente en Sevilla, España, en el seno de una modesta familia de
comerciantes en agosto de 1474, se cree que Las Casas combatió como
soldado en la guerra de Granada. Su interés humanístico emergió cuando,
después de trasladarse a Cuba, donde adoctrinó a los indios que se le
habían otorgado en encomienda, tomó las órdenes en 1512 o 1513, siendo
el primer sacerdote cristiano consagrado en América. Aunque participó en
la conquista de Cuba, pronto decidió combatir las crueldades a que eran
sometidos los indígenas por los españoles. Para denunciarlas se
trasladó a España en 1515 y, comisionado para estudiar la cuestión,
volvió a América. En 1517 logró del emperador Carlos V (I de España) la
autorización para fundar una comunidad hispano-india donde, según
esperaba Las Casas, se forjaría una nueva y más fraternal civilización.
La colonia, creada en Cumaná (en la posterior Venezuela) en 1521,
fracasó por falta de colonos, por la oposición de los encomenderos
españoles y por los ataques de los propios nativos. En 1523, Las Casas
se hizo dominico y escribió entonces su Historia apologética, preámbulo
de otra más famosa que redactó después, la Historia de las Indias.Las
Casas terminó en 1562 su Historia de las Indias, su obra mayor, donde
auguraba la destrucción de la propia España como castigo de las
desgracias que ésta -y en general todos los pueblos europeos
colonizadores- habían infligido a los sometidos. Murió el fraile en el
convento dominico de Nuestra Señora de Atocha, en Madrid, el 17 de julio
de 1566.
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